Algo que me llamó la atención durante este nivel, al verlo reflejado en algunas entradas de otros y también por diálogos con mis compañeros de trabajo, es la cuestión de la interacción.
Sabemos que estar en red implica conectar nodos (nodos que pueden ser muchas cosas, como personas, informaciones, instituciones y muchos etcéteras) y que el flujo entre ellos, es clave para tejer la red. Lo retoma Gaby Ortiz en una de sus entradas, al referir a Downes y Siemens con este » llenar de vida la red» generando flujos entre los nodos. Yo coincido… me parece que un primer pasito es conectarnos con algo/alguien, seguirlos, leerlos, comentar… pero la verdadera riqueza viene en el intercambio con ese nodo. Es decir, no solo consumir (también lo refiere Gaby) y es un tema que por cierto, ya tiene rato sobre la mesa en nuestro equipo de trabajo, no resulta nuevo pues.
Con eso en mente, recuerdo en una ocasión que estaba leyendo un libro que me pareció muy interesante de un científico dedicado al estudio del cerebro, las neurociencias, etc. es un libro que a pesar de venir de un ámbito que de pronto pudiera parecer denso o complejo, se encuentra escrito de una manera sumamente sencilla, con ejemplos prácticos para la vida diaria. Al estarlo leyendo, me surgió una pregunta y se me ocurrió escribirle directamente al autor a ver si recibía respuesta… sin esperar demasiado, busqué sus datos, le envié un correo y seguí con mis cosas. Mi sorpresa fue que a los pocos días tenía una respuesta del autor, muy breve eso sí, pero bueno… me gustó mucho que se tomara el tiempo para responderme.
Como experiencia rescato dos reflexiones, por un lado se hace visible esta parte de conexiones, la facilidad que tenemos con los medios digitales para encontrar, contactar e intercambiar con nodos de todo el mundo, quizá expertos o al menos interesados en nuestros mismos temas, eso me llena de emoción personalmente. Por otro lado, me vuelve a rebotar esta parte de las interacciones. Si la riqueza radica en el flujo, me pregunto qué tanto flujo podemos realmente generar con nuestros nodos elegidos. Es decir, supongo que este autor en particular no vio problema y quizá hasta le pareció divertido responderme una pregunta… pero qué pasaría si intento establecer un flujo más constante de comunicación e intercambio… puede que suceda o puede que no. Obviamente no lo podré saber hasta que lo intente, pero mi punto es ¿qué pasa cuando los nodos a los que sigues no dan señas de regreso… cuando solamente consumimos sus aportes? ¿será que hay diversos tipos de flujos posibles dependiendo dónde estás ubicado (como nodo, en la red)? ¿será que hay nodos cuya función es simplemente eso… brindar información para que otros la compartan con sus conexiones? ¿cuál es nuestro papel frente a eso… es decir, si fuera así, de qué manera podríamos contribuir al aprendizaje de otros tomando lo que dicen esos «nodos prosumidores»? … si eso, creo que lo de curar contenidos me comienza a hacer sentido, aunque también recuerdo el video sobre las redes sociales, donde se hablaba de aportar cosas valiosas para la red. Quizá ese sea el camino, consumir lo que toque y también generar lo que podamos para mantener viva la red. Quizá nosotros nos convirtamos para algunos, en el nodo que brinda y así… cada quién consumiendo y generando.
Interesantes puntos para continuar mi reflexión.
Saludos
Ninfa